Doce adultos con discapacidad
intelectual y del desarrollo vinculados con el Centro Villa San José de
Palencia coincidieron un día en una misma actividad: un club de 'lectura fácil'
en la Biblioteca Pública de Palencia. No sabían que el lugar se convertiría en
una segunda casa, y que del crecimiento de ese grupo surgiría su propio libro
conjunto. Después de sesiones de
lectura y talleres de escritura creativa acabaron embarcándose en contar la
historia de su propia protagonista, Azahar. A partir de ahora se enorgullecerán
de ver su volumen disponible en la tienda del centro, que lo vende a 9 euros. También nutrirá las estanterías de la biblioteca que les ha visto
evolucionar. 'Un paseo por el jardín de mis emociones' posee además una
característica importante, porque se trata de una volumen acreditado bajo los
estándares de la lectura fácil, «una metodología a nivel europeo pensada para
personas con dificultades de comprensión lectora», adelanta la coordinadora del
proyecto, Alma Arconada.
Los escritores se llaman Elena Andrés, María del Rosario
Fernández, Soledad Gallardo, David García, Sergio García, Pedro Manuel
González, Consuelo Heras, Alejandro Hernández, Estíbaliz Olano, Jesús
Rodríguez, Marco Antonio Ruiz y José Antonio Solares. «Para nosotros la lectura
fácil es una herramienta muy importante», advierte Arconada, «porque hace
algunos años no existía y era muy complicado encontrar libros para adultos,
casi todo eran cuentos infantiles», señala. Gracias a este recurso, que conocieron antes como lectores
que como autores, los doce pudieron leer títulos adaptados como 'Platero y yo',
'Romeo y Julieta' o 'El Lazarillo de Tormes'.
A lo largo de 'Un paseo por el jardín de mis emociones', Azahar, una mujer
con discapacidad, afronta el duelo por la muerte de su madre, se enamora y
experimenta problemas de convivencia. La trama es muy intimista y cotidiana.
«Al principio solo buscábamos escribir sobre nuestros sentimientos y contar
nuestras vivencias», recuerda una de las creadoras, María del Rosario Fernández.
«Cuando surgió la idea de escribir un libro fue un sueño: me hacía sentirme
importante, y ahora me siento orgullosa», declara. «Es una historia muy tierna,
¿a quién no le ha pasado alguna de estas tres cosas?», apoya Arconada. «Empezamos a buscar un tema y estaba muy en auge el
Camino de Santiago, pero tenía que ser algo que les tocara más de cerca, que
hubieran experimentado», argumenta la coordinadora. Para que entrara dentro de
los cánones que marca la lectura fácil, cuando los autores de 'Un paseo por el
jardín de mis emociones' escribieron el último punto se lo enviaron para su
revisión técnica al Equipo de Lectura Fácil de Castilla y León. Luego,
quisieron que pasara el filtro de calidad de lectores con discapacidad ajenos
al grupo, así que se lo mandaron a otros dos conjuntos de Asprona Bierzo y
Villa San José (ambos de Plena Inclusión Castilla y León). Y de ahí, de vuelta
al equipo inicial, para asegurar el visto bueno.
El proceso creativo ha consistido en situarse en una escena y que todos
tuvieran tiempo para imaginar y expresar cómo debía desarrollarse, según
explica la propia coordinadora. A partir de las ideas que ellos
expresaban, esta guía «volcaba» sus frases, y luego todo el grupo decidía si
aprobaba (o no) el capítulo en cuestión.
La covid, el nuevo y desconocido mundo que suponía publicar, y la
imposibilidad de hacer una presentación formal por poco retrasan o cancelan el
proyecto, que de principio a fin ha podido alargarse durante unos dos años. No
obstante, los autores del Centro Villa San José, que iban a lanzarlo con motivo
del Día del Libro, se negaron a que «se quedase en el cajón». Lo han rescatado
para que estuviera listo para el Día de la Discapacidad, que se recuerda cada 3
de diciembre. Además
de distribuirlo físicamente desde el centro, se podrá conseguir a través de su
página de Facebook. Alma Arconada no puede estar más entusiasmada con los
avances ligüísticos del grupo y con la mejora de su autoestima. «Coordinar este
proyecto ha sido un regalo», admite, «me ha ayudado a entrar en los sueños y en el alma
de los escritores».
Cuando han llegado los 500 ejemplares al Centro Villa San José, un chico,
hojeándolo, le ha confiado a la coordinadora el mejor de los halagos: «Seguro
que este libro va a ayudar a que se nos valore más», cuenta que ha afirmado.
Tenerlo en el regazo por primera vez también hizo que se emocionase uno de los
escritores, Jesús Rodríguez. «Es que... es muy grande ver tu nombre escrito en
un libro», respondió a los que vieron esas lágrimas de felicidad. «Creo que con este libro pretendemos
mostrar que apostamos por el valor y por las capacidades de las personas con
discapacidad», reflexiona Alma, «y que queremos contribuir a la accesibilidad
de los libros, y con ello a una sociedad inclusiva», recalca. «Abrir el mundo interior de cualquier persona ayuda a
entenderla mejor», sonríe. «Es curioso, porque ellos han decidido dejar un
final abierto, así que vete a saber si puede tener segunda parte», desvela, con
ilusión
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