Enrique Bernabeu (Petrer, 1993)
tiene una parálisis cerebral que no le permite caminar con precisión. Se
tambalea. Sin embargo, eso no le ha cambiado el paso en el objetivo de pelear
por sus anhelos. Posee una actitud
positiva que, según asegura, viene con él de nacimiento, igual que la
discapacidad. Esto último no es algo que le haya perturbado. De hecho,
no se consideraba una persona resiliente por no haber sentido la tragedia.
Pensaba que sin trauma no había superación, cuando es el vivo ejemplo de eso mismo. Una persona que afronta con enorme entereza las barreras que le pone la vida, y las supera. Cuando lo entendió así, quiso difundir su experiencia para ayudar a otras personas como él, así que comparte ese mensaje en redes sociales como Instagram o TikTok, donde acumula decenas de miles de seguidores. Pero ahora da un paso más y presenta su primer libro, Trece vidas resilientes, este sábado, en la librería 80 Mundos de Alicante, a las 19 horas. Un acto organizado por la asociación Alicante LGTBI.
“Mucha
gente se piensa que por ser discapacitado ya no puedes pelear por tus sueños.
Creen que esto consiste en ir en silla de ruedas o tener una discapacidad
intelectual, pero el abanico es muy amplio”, afirma Bernabé. Ese
desconocimiento es, precisamente, la principal barrera que se sigue encontrando
a diario. “La gente tiende a excluir
porque es algo que desconoce. Cuando no conocen esa realidad, la apartan”,
explica. Por eso su obsesión es la naturalidad. Llevar a cabo una vida normal
en todas las facetas posibles y sin temor a lo que venga. “Soy una persona muy
positiva e intento sacar siempre el lado bueno de las cosas”, destaca el influencer.
Así lo ha
demostrado todo este tiempo. No tuvo reparos en presentarse a un concurso de
belleza como Gay Pride Alicante y ganó. Incluso llegó a ser finalista en el
certamen nacional. “Hemos avanzado mucho
en la inclusión y vivimos en una sociedad más tolerante, pero no es oro todo lo
que reluce y parece que estamos dando pasos atrás”, apunta. Lo dice,
además, como activista LGTBI. “En este caso, discapacidad y homosexualidad
supone una doble discriminación, también dentro del colectivo”, describe. Y
parecer más vulnerable por ser discapacitado añade todavía más incertidumbre.
“A veces da miedo salir a la calle con todo lo que se escucha”, confiesa.
Pero, como
acostumbra, aparca el miedo para seguir adelante. “Muchas veces me han impedido
la entrada en lugares de ocio porque pensaban que estaba bebido, pero es mi
forma de caminar y, aunque lo haya explicado, no me han creído”, relata. Pero
esa es solo una de las muchas situaciones discriminatorias que le toca vivir
desde pequeño, cuando también sufría bullying en
el colegio. “Yo lo atribuyo todo al
desconocimiento, porque cuando se explica y te escuchan, lo entienden y
reaccionan”, insiste.
“He tenido
suerte porque siempre he estado rodeado de gente positiva que me ha ayudado y
me ha sumado”, admite. Es por eso que quiere ser ese apoyo que otros necesitan.
Lo hace a través de sus redes, también desde su trabajo como auxiliar de
enfermería en la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física
y Orgánica de la Provincia de Alicante (Cocenfe) y con este libro que acaba de
publicar. “Desde pequeño me pasaba los veranos escribiendo historias porque
siempre me ha gustado la literatura, así que ahora he querido plasmar la idea
de que todos somos resilientes y
debemos potenciar esa capacidad”, explica.
Trece vidas resilientes son trece
relatos que no son autobiográficos, pero sí están inspirados en personas y
sucesos que ha vivido muy de cerca. Vejez, drogodependencia, maltrato, bullying, homofobia, transfobia,
soledad, discriminación a los discapacitados… esos son solo algunas de las
ideas que desarrolla. “Esa gente que me ha ayudado y que ha estado conmigo es
la que me ha enseñado el verdadero significado de la palabra resiliencia, un
término que yo no llegaba a entender hasta hace poco”, sentencia.
“Para mí
era más duro tener una enfermedad sobrevenida que mi propia discapacidad con la
que había crecido, así que no lo consideraba un drama. Antes de convertirme en
carne de cañón quise ser el propio cañón”, recuerda. Esa es la clave de su
superación. Y es que ha sido tan positivo a lo largo de su vida que no
consideraba que lo suyo fuese tan duro. “He
conocido a gente que me han demostrado que la resiliencia está en uno mismo.
Personas que afrontan y superan a diario una discapacidad, una enfermedad,
problemas sociales o culturales, una situación pobreza extrema, etcétera”,
describe.
A lo largo de su vida, Enrique Benarbé se
convirtió, sin saberlo, en un referente para quienes le rodeaban. En los últimos tiempos ha ido ampliando ese círculo
gracias a la actividad pública y en este momento se centra en lograr llegar a
más personas a través de este libro. Sin embargo, no parará ahí. “Espero que
este sea solo el primer libro de muchos”, admite. Además, acaba de lanzar un
proyecto musical con el que también insiste en que “de
todo se puede aprender y de todo se puede salir”. Mensaje que tienen
mucho de él, pero también de las personas que le han ayudado a ser lo que es.
Una energía que quiere insuflar a cuanta más gente mejor. “Siempre se ha
intentado vender la pena y la lástima, pero esa no es la única realidad. Claro
que nadie quiere nacer con una discapacidad o padecer una problemática social, pero la vida es caprichosa y eso pasa, así que solo
podemos resurgir y extraer lo positivo”, sentencia.
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